IMAGEN CORPORAL
Como consecuencia de los tratamientos, tu cuerpo y tu apariencia física pueden sufrir algunos cambios como: pérdida o aumento de peso, pérdida de una o ambas mamas, cicatrices, etc.
Tras la cirugía, especialmente si te han realizado una mastectomía puedes sentir tristeza, inseguridad, pérdida de autoestima. Pero tienes siempre que mirar hacia delante y adaptarte a tu nueva imagen continuando con tu vida cotidiana.
Algunas recomendaciones que pueden ayudarte a adaptarte mejor a los cambios en tu imagen son:
- No confundir tu atractivo físico con el personal: Valora tus aspectos personales y tus cualidades en todas las áreas de tu vida.
- Fíjate en tus aspectos positivos y poténcialos: Céntrate en aquellas partes de tu cuerpo que más te gusten y ensálzalas.
- Acostúmbrate de forma progresiva a mirar tu propia imagen.
- Puedes contactar con otras mujeres que han pasado o están pasando por tu misma situación: Compartir emociones, sentimientos y experiencias además de saber lo que les ha ayudado a ellas puede ser útil a la hora de afrontar la situación.
- Si te han realizado una mastectomía, valora con tu médico una posible reconstrucción mamaria.
AFECTIVIDAD Y SEXUALIDAD
Unos elementos importantes en la recuperación pueden ser la pareja y la familia.
La comunicación sincera sobre lo que ha pasado, el afecto y apoyo que te pueden proporcionar y cómo se está viviendo todo el proceso de la enfermedad va a facilitar el reajuste a una situación más o menos difícil y novedosa.
Además en el caso de no tener pareja, puedes encontrar apoyo en otras personas durante el tratamiento de la enfermedad.
Algunas mujeres que han tenido un cáncer de mama experimentan cambios y alteraciones en su funcionamiento sexual como consecuencia de los tratamientos. En ocasiones, tras la quimioterapia y/o el tratamiento hormonal puede aparecer amenorrea (supresión de la menstruación) que se puede acompañar de síntomas como sofocos, sequedad vaginal, cambios en el sueño o alteraciones emocionales.
Además de estas, pueden aparecer otras alteraciones en la función sexual como: problemas psicológicos (depresión, estrés, ansiedad), sentimientos de pérdida de atractivo físico como consecuencia de la enfermedad y su tratamiento, aparición de cansancio físico, presencia de molestias y dolor, etc.
Para favorecer lo más posible la adaptación a estos cambios es importante que les prestes atención desde el principio, de cara a tu recuperación integral no sólo física sino también psicológica y social.
Para más información consultar: Asociación Española Contra el Cáncer