Cada año, el 19 de octubre se celebra el Día Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra este tipo de cáncer.
Este blog contiene información y proporciona ayuda a personas con cáncer de mama e interesados en el tema.
jueves, 11 de diciembre de 2014
jueves, 4 de diciembre de 2014
Tipos de tratamientos: terapia biológica
Las células malignas son capaces de sintetizar más cantidad de sustancias normales o sustancias muy diferentes a las que producen las células normales. Una de las sustancias, que en algunos casos se encuentra aumentada en el cáncer de mama (aproximadamente entre 20-30% de las pacientes) es la proteína HER2.
Actualmente, se dispone de un anticuerpo monoclonal que actúa sobre las células tumorales capaces de producir la proteína HER2 en exceso, disminuyendo o deteniendo su crecimiento.
Este fármaco (Trastuzumab) tiene la característica de actuar destruyendo solamente las células tumorales sin repercutir sobre las células sanas. Se puede administrar como único tratamiento o en combinación con quimioterapia u hormonoterapia en pacientes con enfermedad avanzada. También ha demostrado ser eficaz en el tratamiento adyuvante de los cánceres de mama HER2 positivos, debiéndose mantener durante un año.
Para encontrar más información sobre la terapia biológica consultar: Instituto nacional del cáncer y la Asociación española contra el cáncer.
Tipos de tratamientos: hormonoterapia
HORMONOTERAPIA
Las células de la mama poseen la característica de poder ser estimuladas por las hormonas sexuales femeninas, fundamentalmente los estrógenos y la progesterona.
Cuando las células tumorales conservan dicha característica, medida por la presencia de receptores hormonales en las mismas, es posible administrar un tratamiento hormonal adyuvante o complementario, que ha demostrado tener una elevada eficacia en reducir el riesgo de recaída del tumor y mejorar la supervivencia.
El tipo de fármaco que se utiliza dependerá también de la situación hormonal de la paciente, por lo que se valorará si se trata de una mujer menopáusica o no.
La terapia hormonal es un tratamiento sencillo que generalmente se administra por vía oral y tiene pocos efectos secundarios. La duración del tratamiento hormonal adyuvante debe ser prolongada, como mínimo durante 5 años.
Tipos de tratamientos: quimioterapia
QUIMIOTERAPIA
Se trata de la administración de fármacos (habitualmente por vía intravenosa) para destruir las células cancerosas que han podido dispersarse por el organismo, a las cuales ni la cirugía ni la radioterapia pueden alcanzar. Este tipo de tratamiento complementario al local es al que hemos llamado anteriormente como tratamiento adyuvante.
En ocasiones, la quimioterapia se utiliza para reducir el tamaño del tumor antes de la intervención quirúrgica (quimioterapia neoadyuvante).
La quimioterapia adyuvante puede durar de 3 a 6 meses, dependiendo del número de ciclos y de los fármacos necesarios en cada caso. Cada ciclo tiene una duración media de 3 ó 4 semanas. Durante los primeros días se administra el fármaco y durante el resto del ciclo, el organismo se recupera de los efectos del mismo.
El tratamiento con quimioterapia suele acompañarse de una serie de efectos secundarios entre los que destacan náuseas y vómitos, molestias musculares, cansancio, trastornos intestinales, disminución de hematíes, leucocitos y plaquetas y caída temporal del cabello.
Hay que saber que no tienen por qué aparecer todos o alguno de los síntomas descritos ya que varían en función del tipo de fármaco utilizado. Además, no siempre aparecen efectos secundarios y, cuando lo hacen, la mayoría de las veces son tolerables.
Para más información sobre la quimioterapia consultar: Asociación española contra el cáncer.
Tipos de tratamientos: radioterapia
RADIOTERAPIA
Se emplea como tratamiento complementario a la cirugía conservadora, cuando hay ganglios positivos y en algunos casos tras la mastectomía.
La radioterapia (también llamada terapia con rayos X o irradiación) consiste en la aplicación de un tipo de energía (llamada radiación ionizante) en la mama o en la pared torácica y en ocasiones en las cadenas ganglionares a las que drena (axila y cadenas supraclaviculares) para destruir las posibles células cancerosas que pudieran haber quedado tras la operación.
- Radioterapia externa: Es la más habitual y se administra por medio de una máquina (acelerador lineal) que en ningún momento contacta con la persona. El tratamiento estándar de radioterapia se administra durante unas 5 a 7 semanas, con una duración diaria de pocos minutos. Sin embargo, en la actualidad existen nuevos esquemas de tratamiento que permiten, en un subgrupo de mujeres, reducir el tiempo total de la radioterapia a 3-4 semanas. Antes de iniciar el tratamiento es necesario realizar una planificación del mismo donde el especialista determinará la zona del tratamiento y la técnica para administrar la radiación. Es frecuente que la radioterapia externa provoque diversas alteraciones cutáneas en la zona donde se está recibiendo la radiación (enrojecimiento, picor, edema, inflamación, descamación...) que desaparecerán unas semanas después de finalizado el tratamiento.
- Radioterapia interna o braquiterapia: Es la introducción de material radioactivo, en forma de hilo, en la zona donde se asentaba el tumor. Es un tratamiento complementario a la radioterapia externa. Por lo general, el tratamiento dura unos minutos y no requiere ingreso. Una vez administrada la dosis de radiación necesaria se retira el material radiactivo.
Durante el tratamiento con radioterapia es importante que dediques diariamente tiempo para descansar, ya que este puede producir cansancio a la persona.
Es importante comunicar al oncólogo radioterápico la aparición de cualquier síntoma nuevo durante el tratamiento. Debes recordar que la sensación de cansancio, mientras dura la radioterapia e incluso algún tiempo después, es un efecto secundario de la misma y no un síntoma de empeoramiento.
Para más información sobre la radioterapia consultar: Asociación española contra el cáncer.
Para más información sobre la radioterapia consultar: Asociación española contra el cáncer.
jueves, 20 de noviembre de 2014
¿Qué es el cáncer?
Cáncer es un término que se usa para enfermedades en las que células anormales se dividen sin control y pueden invadir otros tejidos. Las células cancerosas pueden diseminarse a otras partes del cuerpo por el sistema sanguíneo y por el sistema linfático.
Hay más de 100 diferentes tipos de cáncer que toman el nombre del órgano o de las células en donde empiezan; por ejemplo, el cáncer que empieza en el colon se llama cáncer de colon; el cáncer que empieza en las células de las glándulas mamarias se llama cáncer de mama.
Los tipos de cáncer se pueden agrupar en categorías más amplias. Las categorías principales de cáncer son:
- Carcinoma: cáncer que empieza en la piel o en tejidos que revisten o cubren los órganos internos.
- Sarcoma: cáncer que empieza en hueso, en cartílago, grasa, músculo, vasos sanguíneos u otro tejido conjuntivo o de sostén.
- Leucemia: cáncer que empieza en el tejido en el que se forma la sangre, como la médula ósea, y causa que se produzcan grandes cantidades de células sanguíneas anormales y que entren en la sangre.
- Linfoma y mieloma: cánceres que empiezan en las células del sistema inmunitario.
martes, 4 de noviembre de 2014
Origen del cáncer
Todos los cánceres empiezan en las células, unidades básicas de vida del cuerpo.
El cuerpo está formado de muchos tipos de células. Estas células crecen y se dividen en una forma controlada para producir más células según sean necesarias para mantener sano el cuerpo. Cuando las células envejecen o se dañan, mueren y son reemplazadas por células nuevas.
Sin embargo, algunas veces este proceso ordenado se descontrola. El material genético (ADN) de una célula puede dañarse o alterarse, lo cual produce mutaciones (cambios) que afectan el crecimiento y la división normales de las células. Cuando esto sucede, las células no mueren cuando deberían morir y células nuevas se forman cuando el cuerpo no las necesita. Las células que sobran forman una masa de tejido que es lo que se llama tumor.
No todos los tumores son cancerosos; puede haber tumores benignos y tumores malignos.
- Los tumores benignos no son cancerosos. Pueden extirparse y, en la mayoría de los casos, no vuelven a aparecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.
- Los tumores malignos son cancerosos. Las células de estos tumores pueden invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina de una parte del cuerpo a otra, esto se llama metástasis.
Para encontrar más información sobre el cáncer podéis consultar estas dos páginas: Instituto nacional del cáncer y la Asociación española contra el cáncer.
Evolución del cáncer
La evolución de cada cáncer está sujeta a múltiples factores que van a interactuar entre sí. Estos factores varían dependiendo tanto del tumor como del paciente.
Las características de las células de un tumor maligno son:
- Displasia: los mecanismos reguladores que mantienen el equilibrio de las células son incapaces de controlar su división, produciendo un cúmulo de células. Normalmente da lugar a un bulto o tumor.
- Neoplasia: las células presentan variaciones en su forma, tamaño y función. Estas células dejan de actuar como deben y adquieren nuevas propiedades que configuran el carácter maligno (cáncer).
- Capacidad de invasión: el cáncer puede extenderse por el organismo, utilizando para ello diferentes vías.
Las más comunes son:
- La propagación local. Las células tumorales invaden los tejidos vecinos, infiltrándose en ellos.
- La propagación a distancia. Ocurre cuando algún grupo de células malignas se desprende del tumor original donde se generó para trasladarse a otros lugares del organismo (metástasis) . Fundamentalmente, se propagan por los vasos sanguíneos y linfáticos.
- La malignidad de un tumor viene determinada por la agresividad de sus células, que le confiere una mayor o menor capacidad de invasión.
Cáncer de mama
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, (a excepción de los tumores cánceres de piel no melanomas).
El cáncer de mama es una proliferación maligna de las células que revisten los conductos o lobulillos de la mama.
Existen dos tipos principales de cáncer de mama,como son:
- Carcinoma ductal, in situ se encuadra en los conductos mamarios o galactóforos, a través de los cuales la leche llega hasta el pezón. Si no se trata, puede extenderse más allá de los conductos mamarios y originar metástasis. Por esto es muy importante detectar a tiempo su presencia. Esta detección sólo puede realizarse a través de pruebas específicas, como una mamografía, puesto que no suele producir ningún síntoma. El carcinoma ductal invasor o infiltrante invade el tejido adiposo del seno, es el más frecuente de los cánceres de mama.
- Carcinoma lobulillar, in situ si es dentro de un lobulillo. en la actualidad se entiende como un marcador que identifica a mujeres con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo. El término más adecuado es el de neoplasia lobular. El carcinoma lobulillar invasisor o infiltrante se originan en las células de los lobulillos mamarios, donde se produce la leche. Su incidencia es mucho menor, del 10%.
Para más información: Asociación española contra el cáncer
Síntomas
En fases precoces de la enfermedad, el cáncer de mama no suele producir ningún tipo de síntoma.
Cuando se diagnostica en estadios iniciales es porque la mujer participa en programas de cribado o porque se ha realizado una mamografía de control, como seguimiento de otro problema distinto en la mama.
Los síntomas más frecuentes por los que la mujer acude al médico son:
- Dolor en la mama a la palpación.
- Cambio de tamaño de alguna de las mamas.
- Irregularidades en el contorno.
- Menor movilidad de una de las mamas al levantar los brazos.
- Alteración en la piel de la mama
- Cambios en el pezón, como puede ser la retracción del mismo (hundimiento).
- Aparición de un nódulo en la axila.
- Existen otros síntomas como son el cansancio o el dolor óseo localizado, que pueden aparecer en las fases más avanzadas de la enfermedad.
Si aprecias cualquiera de los síntomas mencionados, debes acudir a tu médico para que te realice las pruebas necesarias y pueda, cuanto antes, hacer un diagnóstico.
El cáncer de mama no se puede prevenir, sin embargo estudios recientes parecen demostrar que el riesgo de padecer cáncer de mama se puede reducir realizando ejercicio físico de forma regular, evitando el sobrepeso y la obesidad tras la menopausia y el consumo regular de alcohol.
Si existen antecedentes familiares de cáncer de mama es conveniente que se pida Consejo genético(estudio del patrón genético de un paciente con un tumor), que permitirá determinar si se asocia con una mutación genética.Diagnóstico.
El cáncer de mama se encuentra después de que aparezcan los síntomas, pero en algunos casos en la etapa inicial, las mujeres no presentan síntomas. Por ello, es necesario e importante hacerse las pruebas de detención recomendadas antes de que surja cualquier síntoma.
Si estas pruebas dan positivo o si la persona tiene cualquier síntoma, su médico usará uno o más métodos para averiguar si la enfermedad está presente. Si se encuentra cáncer, se realizarán otro tipo de pruebas para determinar en qué etapa se encuentra del cáncer.
Se realizará una exploración de las mamas. El objetivo de esta exploración es de detectar cambios en la consistencia, presencia de nódulos, ganglios linfáticos en axila o fosas supraclaviculares y valorar el estado de la piel y del pezón y también se realizará una exploración física general.
Las pruebas más habituales que se hacen en estos casos son:
- EL ANÁLISIS DE SANGRE Y DE LA ORINA: Realización de un hemograma, este nos sirve para ver el estado de las células de la sangre, bioquímica renal y hepática para conocer la función de los riñones e hígado y determinación de iones, como el calcio. También pueden determinarse la presencia de unas proteínas llamadas Marcadores Tumorales, que para el cáncer de mama son el antígeno cárcino-embrionario (CEA) y el CA 15-3. Con todo ello se busca conocer tu estado general y detectar complicaciones asociadas al proceso tumoral.
- MAMOGRAFÍA: Es la exploración más eficaz para detectar precozmente los tumores malignos de mama. Consiste en la realización de una radiografía especial de las mamas con un aparato de rayos X diseñado para tal fin llamado mamógrafo. Con muy baja dosis de radiación (0,1 a 0,2cGy por radiografía) se detectan múltiples problemas, fundamentalmente el cáncer de mama incluso en etapas muy precoces de su desarrollo.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará más pruebas de imagen para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía tiene limitaciones, especialmente en las mujeres jóvenes debido a que sus mamas suelen tener un tejido glandular denso. En ese caso, se complementa con una ecografía.
Es muy importante comparar la prueba con mamografías previas. Procura facilitar las que tengas de años anteriores.
Para encontrar más información sobre el diagnóstico del cáncer podéis consultar estas dos páginas: American cancer society y la Asociación española contra el cáncer.
Para encontrar más información sobre el diagnóstico del cáncer podéis consultar estas dos páginas: American cancer society y la Asociación española contra el cáncer.
Etiquetas:
Diagnóstico,
Irene Alonso Garrido
Ubicación:
Burgos, Burgos, España
¿Qué se puede ver en una mamografía?
Una vez hecha la mamografía se pueden apreciar una serie de signos, los cuales nos indican si la lesión es maligna o no. Entre ellos destacan:
- Quistes: es una colección de líquido en el seno de un pequeño saco dentro de la mama. La exploración diagnóstica se debe completar con una ecografía mamaria. Puede ser necesario evacuar el líquido para ser analizado histológicamente. Es raro que un quiste sea maligno.
- Calcificaciones: se trata de pequeños depósitos de minerales que aparecen como pequeñas manchas blancas en las radiografías. Las más pequeñas se llaman microcalcificaciones y pueden aparecer aisladas o en grupo. Esto significa que hay cambios en la mama que requieren una cierta vigilancia. Las calcificaciones pueden corresponder a tumores benignos y, menos a menudo, a tumores malignos.
- Masas: pueden corresponderse ser lesiones benignas, como es el caso de un fibroma, o malignas. Pueden contener calcificaciones o no.
Finalmente el que evaluará si la probabilidad de que
las imágenes puedan corresponder a una lesión benigna o maligna es el
radiólogo. Una vez hecho las imágenes, si se pueden apreciar las masas que
anteriormente se han explicado las pruebas complementarias que se suelen hacer
es una ecografía y la punción aspiración con aguja fina (PAAF).
En el caso de las microcalcificaciones se valoran
mediante biopsia asistida por vacío (BAV).
En el caso de mamas densas también se realiza una
resonancia nuclear magnética (RNM).
Un 30% de las lesiones que se detectan por mamografía
son tumores microscópicos que no invaden en profundidad. Estos tumores tienen
un pronóstico excelente.
Para encontrar más información sobre el diagnóstico
del cáncer podéis consultar esta página: Asociación española contra el cáncer.
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Diagnóstico,
Irene Alonso Garrido
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Burgos, Burgos, España
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